¿Sabías por qué los piratas usaban pendientes de aro?
Todos hemos oído miles de historias sobre los piratas y las leyendas sobre los mismos, algunos los ven como unos grandes aventureros que surcan los mares sin temor, otros como grupos peligrosos y temerarios con los que es mejor no cruzarse. Además, estos tienen una estética muy marcada, seguro que ahora te los imaginas con un loro en el hombro, tal vez una pata de palo y como no, varios pendientes en las orejas. Hay muchos símbolos asociados a la imagen de un pirata, pero ¿por qué los piratas usaban pendientes de aro?
Las calaveras, los sombreros o las banderas negras, símbolos claros da piratería en los mares. Pero además, seguro que si te pones a pensar en piratas, todos ellos llevan aros en las orejas. Si te ha picado la curiosidad y quieres saber los motivos, has llegado al sitio indicado. Ya te avanzamos que el origen de esta historia es más que curioso.
¿Por qué los piratas llevaban pendientes?
Cuando los navegantes empezaron a surcar los mares en busca de comercio y aventura, ningún rincón quedaba sin descubrir. Cada vez era más común viajar o comercializar con países remotos en los que la navegación podía resultar complicada. Las rutas transoceánicas ya eran peligrosas por todos los riesgos que comportaban, pero las que pasaban por el cabo de Hornos, eran temidas por muchos.
Se conocía durante la época como el cabo de las Tormentas y se encontraba en la isla de Hornos, actualmente Chile. Era un lugar más que temido por la dificultad de la ruta y no todos los piratas y marineros se atrevían a pasar por ella. Se dice que el famoso corsario inglés sir Francis Drake, pasó en 1578 y después de hacerlo, se colocó un aro en la oreja, como muestra de la valentía y el honor de haber pasado por el peligroso cabo.
En este cabo los naufragios estaban a la orden del día, el temporal y las condiciones en la zona hacían la navegación complicada incluso entre los navegantes más experimentados con el timón. Son muchos los que lo intentaron sin éxito, pero los que lo consiguen eran alabados e incluso se decía que era señal de suerte y talento.
El pendiente era un signo permanente de sus hazañas en los mares, pues con un vistazo, todos conocían lo que habían conseguido. Un símbolo de orgullo que muchos no duraron en incorporar a su propio estilo, desde ese momento, se ha convertido en todo un emblema en el mundo de los piratas. Además, este se complementaba con el Cabo de Buena Esperanza, cuando un pirata pasaba por cabo de Hornos, se ponía un aro en la oreja derecha, si se pasaba el cabo de Buena Esperanza se colocaba en la izquierda.
Esta es la explicación más conocida, pero no la única que se cuenta y es que las teorías al respecto han dejado sin sueño a más de uno durante el paso de los años. Otra teoría muy compartida vinculaba los aros de oro y los difuntos. Se decía que el que encontrase un cadáver en el mar, podía quedarse con su aro de oro siempre que procediera a enterrarlo cristianamente, si no lo hacía, el difunto lo atormentaría sin descanso.
Esta leyenda se relaciona estrechamente con la cultura, se dice que era una manera de conseguir una muerte digna entre los piratas que acababan su vida en el mar. De este modo, sabían que si alguien los encontraba, conseguirían el descanso cuando los enterrasen. El número de aros que se llevaba en las orejas, era el número de hombres que se había encontrado en el mar.
También, se cree que los piratas, llevaban estos metales por la creencia en sus propiedades curativas y protectoras. Con esta tercera teoría, quien llevaba los aros pasaba a estar protegido, como quien lleva un amuleto en sus viajes, salvaguardándolos de cualquier infortunio en su largo viaje. Así se aseguraban un viaje con salud y una vuelta a casa más segura.
Otras curiosidades sobre los piratas y las joyas
El mundo de los piratas se relaciona estrechamente con el de las joyas, pues es ampliamente conocido que estos grupos surcaban los mares sin temor a robar todo tipo de riquezas. El oro y las joyas eran bienes preciados en los barcos piratas y estos no dudaban en conseguirlas siempre que tenían oportunidad. Esto los hacía muy temidos y entre los tesoros que encontraron, existen grandes reliquias de innombrable valor.
Se dice que aún hay cientos de joyas con altísimo valor que descansan en el fondo del mar, pues muchas veces los tesoros naufragaban juntos con los barcos y era prácticamente imposible recuperarlos. Algunos de ellos, han aparecido o han sido recuperados cientos de años después, dejando huella de una época que marcó un antes y un después en los mares de todo el mundo.