Diferencias entre piedras preciosas y semipreciosas

¿Te has preguntado alguna vez en qué se diferencian las piedras preciosas de las piedras semipreciosas? Seguramente te estarás imaginando que esta distinción responde a una diferencia en el valor de las gemas, pero la respuesta no es tan sencilla.

De hecho, en esta clasificación se ven implicadas diversas variables. Si tienes curiosidad por saber a qué se refiere con cada una de estas categorías y cuales son las piedras más conocidas de cada tipo, ¡sigue leyendo porque te lo contaremos todo!

Diferencias entre piedra preciosa y semipreciosa

¿Qué es lo que diferencia exactamente que unas piedras sean consideradas como preciosas y otras como semipreciosas? No existen unas reglas matemáticas como tal, pero sí 3 variables principales:

  • La dureza de las piedras: esta se mide en una escala Mohs del 1 al 10. El diamante es la gema más dura de todas con una puntuación de 10, seguida del rubí. De hecho, tan solo un diamante es capaz de rayar un rubí.
  • La rareza de la misma: cuanto menos cantidad de esa piedra o más difícil se su extracción, más probable es que se considere como un piedra preciosa, ya que su valor es mayor.
  • La belleza y estética: tan solo las gemas con un aspecto más bello o con los colores más puros se consideran piedras preciosas. Las piedras semipreciosas suelen contener más impurezas y mezclas de otros materias en su composición.

Diferencia entre una piedra preciosa o semipreciosa

¿Qué son las piedras preciosas?

Por norma general, se consideran piedras preciosas aquellas gemas de mayor dureza (y por lo tanto, de más durabilidad), mayor belleza y más escasas. De hecho, pocas piedras han conseguido alcanzar la categoría de ‘piedra preciosa’, ya que la mayoría de los cristales se consideran gemas ‘semi-preciosas’.

¿Cuáles son las piedras preciosas que existen?

Tradicionalmente, únicamente existen cuatro gemas en el mundo que se consideren piedras preciosas, también conocidas como gemas en joyería:

Diamante

Con una puntuación de 10/10, es el único mineral de la naturaleza que alcanza la máxima puntuación y la gema con mayor dureza según la escala Mohs.

El diamante se compone por carbono puro que se solidifica en un sistema cúbico. A pesar de que el diamante no puede rayarse (tan solo por otro diamante), sí es relativamente sencillo partirlo si se le golpea en el punto de exfoliación.

Los diamantes más valiosos son los que no tienen impurezas y cuentan con un color totalmente limpio.

Rubí

Con un característico color rojo intenso, el rubí lleva siglos fascinando a la raza humana, convirtiéndose en la joya por excelencia de reyes y personalidades de alta alcurnia.

Este mineral es de los más duros que podemos encontrar en la naturaleza (9/10 en la escala Mohs), y tan solo puede rayarse por otro diamante. Además, son increíblemente escasos, con lo que su precio es bastante elevado. Descubre más aquí sobre las propiedades y el significado del rubí.

Esmeralda

La esmeralda tiene un color verde intenso que recuerda al color puro de un jardín o bosque. Su dureza es de 8 sobre 10 en la escala Mohs y es una de las piedras más valoradas en joyería. Esta gema se encuentra principalmente en puntos de extracción de Colombia, aunque también es posible encontrarla en otros países como Brasil o Zambia.

Zafiro

Completamos la lista de las cuatro piedras preciosas con el zafiro y sus característicos tonos azules. Existen diferentes variedades de azules, más oscuros y más claros, aunque los de azul intenso y brillante son los más preciados. Su dureza es de 9 sobre 10 en la escala de Mohs y los países de mayor producción son India (Cachemira) y algunos territorios de África.

Tipos de piedras o gemas preciosas y semipreciosas y sus características

¿Qué son las piedras semipreciosas?

Las piedras semipreciosas son aquellas gemas que no cumplen con las características propias de las piedras preciosas, ya sea por falta de dureza, valor o por ser menos puras. Normalmente, es más sencillo adquirir piedras semipreciosas, ya que son más comunes y fáciles de encontrar.

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¿Cuáles son las piedras semipreciosas que existen?

Existen más de 100 tipos de piedras que se consideran semipreciosas, sin embargo, por su uso y valoración, hay algunas que son más conocidas que otras:

Cuarzo

Dentro del cuarzo encontramos diversos tipos, como la amatista (y la variedad amatista azul), el cuarzo rosa o el cuarzo citrino. Cada uno de estos tipos de cuarzo cuenta con sus propiedades distintivas, además de lucir colores muy diferenciados entre ellos.

El cuarzo es uno de los minerales más comunes sobre la corteza terrestre y por ello, es muy sencillo encontrar este tipo de gema en cualquier tienda especializada. En nuestra colección Dreams de piedras semipreciosas tenemos un montón de joyas con cuarzo que te encantarán.

Topacio

Los colores de este mineral pueden variar mucho, y van desde el azul pálido al amarillo, pasando por el rojo, verde o marrón. Es una gema semipreciosa con una dureza bastante elevada, lo que la hace muy duradera en el tiempo. Además, cuenta con un brillo bastante deslumbrante que la convierte en una de las piedras semipreciosas más codiciadas dentro del mundo de la joyería.

Lapislázuli

Una de las gemas semi-preciosas con uno de los patrones estéticos más curiosos que podemos encontrar en la naturaleza. El lapislázuli se caracteriza por un color azul marino intenso, salpicado con trazas doradas y blanquecinas.

Es una piedra opaca, relativamente sencilla de tallar por su dureza media de 5 en la escala de Mohs. Es muy empleada para hacer cuencas para collares y pulseras y para tallar figuras.

Ojo de Tigre

Con un color totalmente hipnótico que nos evoca al color de la arena del desierto, el ojo de tigre se utiliza ampliamente en la fabricación de piezas de decoración y ornamentales.

En la naturaleza podemos encontrar diferentes tonalidades de esta piedra, con patrones de líneas y combinaciones bastante dispares. Sin embargo, es una de las piedras semi-preciosas más fáciles de identificar ya que sus tonos son inconfundibles.

Turquesa

Tal y como nos indica su propio nombre, la turquesa cuenta con un color azul-verdoso claro, muy parecido al de las aguas cristalinas de las playas tropicales y del Mediterráneo. Su color no es totalmente liso, sino que suele contar con manchas marrones tirando a un dorado ligero, debido a su composición a base de fosfato de aluminio hidratado y cobre.

Gracias a su interesante y atractivo color, la turquesa se emplea para la fabricación de todo tipo de joyas que nos podamos imaginar. De hecho, era una gema muy valorada en el Antiguo Egipto para la elaboración de piezas ornamentales, pero también por los incas, aztecas y por parte de varias civilizaciones asiáticas.