
Tipos de cortes de piedras preciosas más populares en joyería
Si alguna vez has visto alguna gema preciosa o semipreciosa cuando acaba de ser encontrada en la naturaleza, te habrás dado cuenta de lo poco que tiene que ver (estéticamente hablando) con la piedra que puedes adquirir en una joyería. Estos minerales pasan por un proceso de pulimento y recorte, con el objetivo de explotar al máximo las cualidades de color y brillo naturales de la gema.
Con el objetivo de adaptarse a todos los tipos de joyas, y conseguir un brillo y reflejo de la luz óptimos que nos permitan disfrutar al máximo de su belleza, las piedras preciosas y semipreciosas pasan por una manipulación en la que se les asigna un tipo de ‘corte’.
En este post te contamos los cortes de piedras preciosas más habituales que puedes encontrar en la joyería, además de algunos trucos para que puedas identificarlos.
Corte brillante o redondo
También conocido como ‘corte redondo’, es uno de los tipos de cortes más habituales a la hora de tallar diamantes. La razón es muy simple, y es que las características de este tipo de corte ayudan a que aumente la difracción de la gema, haciendo que brille de una forma más intensa.
La característica más notable de este tipo de corte son sus múltiples facetas (o caras). Es muy parecido a un cono y cuenta con una faceta más grande, ubicada en la parte central y 57 facetas secundarias de distintas formas (en total 58 caras).
Corte baguette
Con una forma alargada y rectangular, la talla baguette se hizo muy popular entre las clases altas y la realeza de los siglos XV - XVI. Es una de las más minimalistas, pero también de las más versátiles al poder colocarlas de forma lineal para crear piezas de joyería con muchos pequeños brillos.
Cuenta con 14 facetas con esquinas octagonales, además de ser capaz de crear efectos realmente atractivos por su increíble capacidad para refractar el brillo del ambiente.
Corte princesa
Se trata de un tipo de corte en joyería relativamente reciente, ya que apareció por primera vez en 1980. Se caracteriza por contar con una forma cuadrada o rectangular, con menos facetas, lo que reduce enormemente la cantidad de piedra que se desecha en su corte. Es muy popular para gemas grandes que se colocan como piedra central de un anillo, como por ejemplo, los de pedida o compromiso.
Corte marquesa
Este tipo de corte tiene la principal singularidad de hacer parecer las piedras mucho más grandes, gracias a un efecto visual que se consigue con esta forma.
El corte marquesa es de tipo elíptico - alargado, y acaba en punta en cada uno de sus extremos. Aunque se utiliza en toda clase de joyas, es más popular en colgantes y pendientes.
Su origen es noble, tal y como podemos imaginar por el nombre. Todo parece indicar que apareció en Francia allá por el siglo XVIII cuando el rey de Francia Luis XV, decidió regalar un diamante a su amante, la marquesa de Pompadour, con esta curiosa forma.
Corte corazón
No hay mucho que contar de este tipo de corte, ya que su propio nombre nos indica todo sobre su forma. En general, suele ser bastante complicado de tallar, ya que requiere de gran destreza y tiempo de mano de obra.
No obstante, es muy popular en piezas destinadas a regalos románticos, como anillos de pedida u obsequios para conmemoraciones de aniversario.
Corte cushion o cojín
Conocido en español como el corte ‘cojín’, este tipo de corte se caracteriza por mostrar la forma de un cojín con 58 facetas. Esta forma es una de las más antiguas en joyería, y la podemos encontrar en multitud de piezas de época.
Es bastante clásico, así que no se suele utilizar demasiado en diseños modernos o de estilo jovial. No obstante, este corte tan elegante es muy adecuado para anillos de alta categoría y calidad, y para personas que quieran conseguir un look formal y con mucha clase.
Corte pera
Como si de una pera se tratara, este corte también se podría asemejar a la forma de una gota de agua. Es ideal para diseños que quieran conseguir un toque asimétrico y singular al conjunto.
Es precisamente esta asimetría la que le aporta a este corte una mejora sustancial en el reflejo de la luz, sobre todo en diamantes y otras gemas de tipo brillante. El corte “pera” cuenta con 58 facetas y es una buena opción si se opta por una alternativa al clásico corte redondo.
Corte esmeralda
Solo apto para las gemas más puras y sin imperfecciones, este corte es un clásico en el mundo de la joyería. A pesar de su innegable elegancia y del poder para proyectar clase en cualquier pieza, el corte esmeralda tiene un principal inconveniente, y es que las imperfecciones de las piedras se ven muy fácilmente (si las tiene).
Es por eso que tan solo las piedras preciosas y gemas más perfectas admiten este tipo de corte. No obstante, se trata de un tipo de talle tradicional muy apto para piezas de alta calidad y personas que quieren darle un toque vintage a su look.
Corte asscher
El curioso nombre de este corte viene dado por la histórica compañía homónima con sede en Ámsterdam que se dedica desde 1854 al pulimento de diamantes.
La forma de este corte es una combinación entre el corte esmeralda y el corte redondo, proyectando una sensación de simetría casi perfecta, que proporciona un efecto óptico muy mágico a cualquier gema brillante y de color claro.
Corte ovale
Un corte relativamente novedoso, empleado desde 1960 que combina el corte brillante con una forma más alargada que ayuda a que el efecto óptico de la piedra se magnifique y se vea más grande.
El efecto general es oval, simétrico y de tipo alargado, perfecto para piezas centrales de anillos e incluso, collares.
Corte briolette
Esta forma de corte se emplea casi exclusivamente en collares y pendientes. Nos recuerda a la forma de una gota de agua, pero a diferencia del corte “pera”, el briolette tiene tres dimensiones. Es decir, no está ‘aplanado’ por su parte posterior, de ahí que no se utilice para incrustar en anillos.